Ya nos queda poco otoño
Maribel Egido Carrasco
Aunque ayer hacía mucho frío y no era un día propicio para paseos, no pude resistir la tentación de ir a recoger con mi cámara los últimos esplendores que nos ofrecen los árboles del pueblo.
Al pie de la muralla las hojas caídas aparecen a modo de melancólica alfombra, y en los jardines el precioso color ocre de los plátanos se recorta contra el cielo plomizo.