El Marroquín
Maribel Egido Carrasco
A la salida de nuestro vecino pueblo de Santiuste de San Juan Bautista en dirección a Nava de la Asunción, existe un hermoso paraje que se corresponde con la antigua carretera, donde nos encontramos un viejo puente denominado Puente del Marroquín, y bajo cuya estructura desliza sus aguas el río Voltoya.
Es un lugar de gran encanto, donde los abundantes árboles y arbustos crean un conjunto, vestido con los esplendores del otoño, muy grato para ser disfrutado y fotografiado.
A la salida de nuestro vecino pueblo de Santiuste de San Juan Bautista en dirección a Nava de la Asunción, existe un hermoso paraje que se corresponde con la antigua carretera, donde nos encontramos un viejo puente denominado Puente del Marroquín, y bajo cuya estructura desliza sus aguas el río Voltoya.
Es un lugar de gran encanto, donde los abundantes árboles y arbustos crean un conjunto, vestido con los esplendores del otoño, muy grato para ser disfrutado y fotografiado.
Como el tráfico se desplaza por el puente nuevo, es raro encontrarse con algún automóvil, por lo que el paseo tranquilo está asegurado. Como siempre que pasamos por lo que fue una antigua carretera, su estrechez nos hace asombrarnos de cómo se podía circular en dos direcciones por ese lugar tan angosto.
Los abundantes arbustos de rosas caninas y majueletas, derraman sus ramas cargadas con sus rojos frutos sobre el pretil del viejo puente, recibiendo los últimos rayos del sol ya en el ocaso, que poco a poco queda ya reservado solo para los pinos que bordean la carretera nueva, y que al final, cuando ya nos incorporamos a ella, nos regala una última imagen espléndida.
Ubicación de "El Marroquín"