Entrada al castillo en 1928, Primitivo Carvajal
Nunca dejaremos de sorprendernos por la cantidad de imágenes que existen de este fabuloso castillo, realizadas desde hace casi un siglo, o incluso más, como la que os muestro a continuación, que además nos enseñan la grandeza real del monumento.
Observamos como era la puerta de entrada a la fortaleza con las heridas que dejó el paso del tiempo tras su abandono. Los dos cubos que la flanquean, disponen de las hornacinas que debieran ocupar sus respectivos blasones, y que tiempo después se volvieron a recuperar. La falta de troneras en el almenado quizá fuera debido a que se sustrajeron para utilizarlas para otros fines. En el paramento exterior del recinto principal, vemos un vano entre la torre escaragüaita y la del Homenaje; podemos observar que era de dimensiones descomunales, quedando tras la discutible restauración a partir del año 1958, mucho más pequeño. Los ladrillos ubicados bajo la línea de matacanes sufrieron un gran deterioro debido una patología relacionada con la humedad, y que de nuevo en nuestra época actual, ha vuelto a aparecer en el monumento.