Upupa epops (La Abubilla)
La característica más llamativa de este ave, es su moño formado por grandes plumas flameantes, con puntas negras, que se despliega en caso de alarma o durante la excitación del cortejo.
El plumaje del cuerpo es pardo-anaranjado, las alas y la parte posterior de la espalda negras con franjas blancas, y el pecho blancuzco. Su longitud oscila entre los 26 y 27 cm. Durante el vuelo, bate sus alas redondeadas otorgándola un aspecto de gigantesca mariposa.
Está provista de un pico largo y curvado, con el que perfora la tierra en busca de larvas y gusanos.
Es un ave sucia cuyo nido maloliente es fácil de descubrir; anida en agujeros de árboles o muros cerca del suelo de parques y jardines, en los que realiza su puesta de 5 u 8 huevos entre los meses de abril y julio. La hembra los incuba durante 18 días, tras los cuales nacerán los pollos, que serán alimentados por ambos padres. Hacia las 4 semanas los pollos abandonan el nido.
La Abubilla es una especie migradora, que durante el invierno permanece en África, aquí en la Península Ibérica se establece de abril a octubre.
El plumaje del cuerpo es pardo-anaranjado, las alas y la parte posterior de la espalda negras con franjas blancas, y el pecho blancuzco. Su longitud oscila entre los 26 y 27 cm. Durante el vuelo, bate sus alas redondeadas otorgándola un aspecto de gigantesca mariposa.
Está provista de un pico largo y curvado, con el que perfora la tierra en busca de larvas y gusanos.
Es un ave sucia cuyo nido maloliente es fácil de descubrir; anida en agujeros de árboles o muros cerca del suelo de parques y jardines, en los que realiza su puesta de 5 u 8 huevos entre los meses de abril y julio. La hembra los incuba durante 18 días, tras los cuales nacerán los pollos, que serán alimentados por ambos padres. Hacia las 4 semanas los pollos abandonan el nido.
La Abubilla es una especie migradora, que durante el invierno permanece en África, aquí en la Península Ibérica se establece de abril a octubre.