Julio y Romualda
Una conocida peña de Coca hizo en su día un regalo a la persona que veis en la fotografía. Era una pequeña marrana negra que tan sólo pesaba 5 kilos, el mismo la crió en el corral de la primigenia peña Castilla; adoptada y tratada como si de una animal de compañía se tratase, llegó a comportarse igual que un cánido, pues obedecía y seguía las órdenes de su dueño. Largos paseos por la ribera de las Hontanillas, momentos tan agradables y divertidos como el que os muestra la fotografía se sucedieron durante los siguientes 20 meses. Desgraciadamente, el dueño del animal sufrió un aparatoso accidente laboral, perdiendo las cuatro falanges de la mano derecha, justo la que aparece en la fotografía acariciando su lomo, Romualda sufrió el destino que muchos de vosotros podéis imaginar. El sacrificio era inevitable, tal era el cariño que le tenía, que no fue capaz de comerse ni un sólo bocado de los embutidos que hicieron con ella, que además había llegado a alcanzar 230 kilos. Julio Niño Catalina, aceptó de buen grado la inclusión de esta historia para que la conocieseis todos vosotros. La fotografía fue realizada en 2001.