La tragedia del "Castillo de Coca"

El mercante "Castillo Coca"

En esta ocasión vamos a recordar un trágico suceso acontecido el 2 de diciembre de 1947, cuando el mercante CASTILLO DE COCA encalló en el Segaño con pérdida de cuantiosas vidas humanas, y el hundimiento del buque con su carga, que quedo destrozado en pocas horas por causa del intenso oleaje.
A primeros de 1919, el astillero danés Kjöbenhavs Flydedok-og Skibsvaerft entregó el vapor JAN a la naviera Myren (Holm & Wonsild), de Copenhague. Se trataba de un mercante de superestructura y máquina en el centro y dotado de cuatro bodegas, que arqueaba 1.739 TRB y 1.376 TRN, y con unas dimensiones de 79,55 metros de eslora, 12,19 metros de manga, 5,75 metros de puntal y 5,57 metros de calado. Una máquina alternativa de triple expansión con 132 NHP lo impulsaba a una velocidad máxima de 10 nudos.
Mercantes de varias navieras danesas, como A. P. Moller, Dania o la propia Myren (Holm & Wonsild), transportaron cargas a la España republicana durante la Guerra Civil española. En 1937 fue detectado el BIRTE, gemelo del JAN y uno de los diez buques con que contaba esta última naviera danesa, con un cargamento de carbón dejando partidas en varios puertos españoles del Cantábrico. El 26 de mayo de 1938 fue capturado nuestro protagonista por el patrullero nacional IÑASÍ —teniente de navío Joaquín Cervera— en aguas del Estrecho de Gibraltar con 2.700 toneladas de carbón. En un rápido proceso fue declarado “buena presa” e incorporado el 30 de julio a la Gerencia de Buques Mercantes para Servicios Oficiales con el nombre de CASTILLO COCA y enarbolando la bandera española. Se le adjudicó el distintivo EHUD y fue registrado en la ciudad de Cádiz. En septiembre comenzaron sus viajes transportando principalmente carbón, además de otros minerales y algunas partidas de carga general. La Gerencia lo administró directamente y fue dedicado a realizar transportes comerciales, aunque también efectuó transportes oficiales. Con la creación en 1943 de la Empresa Nacional Elcano, el CASTILLO COCA, junto con sus compañeros de la Gerencia, pasaron a formar parte de la flota de la nueva naviera pública.
Durante el año 1946, el CASTILLO COCA estuvo arrendado (Time Charter) al armador José Navas Escudero. En el año 1947, nuevamente explotado directamente la por la Empresa Nacional Elcano, su capitán titular era el sevillano Manuel Castillo Ochoa, que había desembarcado en el mes de noviembre para cumplir con sus vacaciones reglamentarias. En su lugar tomó el mando el capitán Aurelio Lazaga. El viernes 27 de noviembre partió el CASTILLO COCA del puerto de Sevilla en lastre con destino a San Esteban de Pravia. Su tripulación estaba compuesta por 30 hombres. El fuerte temporal unido a algunos problemas con la máquina obligó al capitán a cambiar de rumbo para entrar de arribada en Corcubión. Sin embargo, la niebla y los fuertes chubascos impidieron la arribada forzosa y el capitán no tuvo más remedio que continuar viaje. El nuevo destino elegido fue El Ferrol, por tratarse de un lugar resguardado.
El 2 de diciembre, de madrugada, llegó a las proximidades de la entrada a la ría de El Ferrol, aunque no pudo entrar por culpa de la violencia del temporal. El capitán trató de fondear pero ambas anclas garreaban y la máquina tampoco pudo ayudar mucho (“las máquinas patinaban”). La situación se complicó tanto que nada se pudo hacer para evitar que encallase en la Muela del Segaño arrastrado por la mar. El oficial telegrafista Enrique Cases consiguió lanzar un mensaje de socorro que fue captado por la costera de La Coruña. Al poco tiempo se partió en dos y las tremendas olas que barrían su cubierta lanzaron a los hombres al agua. El terrible temporal había causado problemas con las comunicaciones en la zona de El Ferrol y fueron el vigía del semáforo de Segaño, su esposa y varios soldados de artillería de un acuartelamiento próximo los que prestaron los primeros cuidados a cuatro tripulantes que habían conseguido llegar a nado hasta la playa. Se trataba del tercer maquinista Andrés Díaz, de Santander, el fogonero Ricardo Piñeiro, de La Puebla del Caramiñal, y los marineros Antonio Piñeiro y Antonio Carvajal, ambos de Muros de Nalón, que fueron trasladados en ambulancia al Hospital de Marina del Departamento. Varios remolcadores y otras embarcaciones acudieron hasta el lugar del siniestro sin poder hacer nada por rescatar al resto de tripulantes ni por salvar el vapor que, destrozado, en pocas horas desapareció bajo las aguas.
En los días siguientes fueron recuperados varios cuerpos, resultando un trágico balance de cuatro supervivientes y veintiséis víctimas, entre fallecidos y desaparecidos. Un funeral por las víctimas del CASTILLO COCA tuvo lugar el día 4 de diciembre en El Ferrol, con asistencia de representantes de la naviera, el Comandante de Marina de la ciudad, capitán de navío Rafael Aguilar, el ex ministro de Marina, almirante Salvador Moreno, otras autoridades, familiares, amigos y numeroso público.
Se adjuntan tres imágenes: el mercante CASTILLO COCA, un artículo en el diario ABC al día siguiente de la tragedia y la lápida en recuerdo a las víctimas.

Texto: Manuel Rodríguez Aguilar
Fuente: https://visionesdeferrolterra.blogspot.com/2013/09/ y la web "Vida Marítima"

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