Conmemoración histórica
En la tarde-noche del pasado día 2 de Diciembre, un pequeño grupo de vecinos (al que después se fueron agregando bastantes más), se reunieron en la Plaza, junto a la Iglesia, en el espacio cercano a la casa donde antaño se encontraba ubicado el Ayuntamiento, en un sencillo acto conmemorativo de aquel otro 2 de Diciembre de 1808 en el que las tropas napoleónicas irrumpieron en la Villa de Coca.
En la casa antes mencionada se había instalado una placa en la que se hacía mención a los hechos ocurridos en la invasión francesa y sus consecuencias para nuestro pueblo.
Se encendió una hoguera en torno a la cual los asistentes escucharon un relato de los hechos de aquella lejana y triste noche, narrados por el Cronista de la Villa, D. Felipe Rodríguez Martínez, y más tarde se arrojaron al fuego por parte de los vecinos algunos legajos de papeles, en conmemoración a los valiosos documentos históricos del Archivo Municipal que en aquella fecha fueron quemados y destruidos por las tropas de Napoleón.
La noche absolutamente gélida hizo recordar a los asistentes las desventuras y el frío que sufrirían aquellos caucenses que vivieron aquella terrible circunstancia que se conmemoraba, ya que al parecer la mayor parte de la población huyó a los pinares.
Texto y fotos: Maribel Egido
En la casa antes mencionada se había instalado una placa en la que se hacía mención a los hechos ocurridos en la invasión francesa y sus consecuencias para nuestro pueblo.
Se encendió una hoguera en torno a la cual los asistentes escucharon un relato de los hechos de aquella lejana y triste noche, narrados por el Cronista de la Villa, D. Felipe Rodríguez Martínez, y más tarde se arrojaron al fuego por parte de los vecinos algunos legajos de papeles, en conmemoración a los valiosos documentos históricos del Archivo Municipal que en aquella fecha fueron quemados y destruidos por las tropas de Napoleón.
La noche absolutamente gélida hizo recordar a los asistentes las desventuras y el frío que sufrirían aquellos caucenses que vivieron aquella terrible circunstancia que se conmemoraba, ya que al parecer la mayor parte de la población huyó a los pinares.
Texto y fotos: Maribel Egido